La Capital Europea del Polo de Alto Handicap
Cada verano ocurre algo discretamente mágico en la Costa del Sol. Mientras el resto de Europa se asfixia por el calor o se refugia de la lluvia, un pequeño rincón de Andalucía se convierte en el centro indiscutible del universo del polo. Esto es Sotogrande: hogar de los mejores campos de Europa, la temporada de alto handicap más larga fuera de Argentina y un ambiente que combina competencia seria con una relajación natural.
Los Campos
Actualmente hay más de 30 canchas de polo de tamaño completo en un radio de 15 minutos, más campos de alto nivel en un solo lugar que en cualquier otro sitio de Europa.
Santa María Polo Club
El corazón histórico del polo en Sotogrande. Siete canchas impecables, incluyendo las legendarias Los Pinos y Cancha II, donde se juegan las finales del Torneo Internacional (Copas de Plata y de Oro). Si un campo puede tener carisma, son estos dos.
Ayala Polo Club
Cuatro canchas junto al río, famosas por albergar el Campeonato de España y por la energía eléctrica durante los partidos nocturnos bajo los focos.
Polo Valley
Un club más reciente y familiar, con vistas impresionantes hacia el Peñón de Gibraltar. Sede de una de las mejores academias de Europa y del hermoso campo Riverside.
Herencia Polo Sotogrande
La incorporación más nueva, rápidamente reconocida por su césped perfecto y su ambiente de lujo relajado.
En conjunto, estos clubes ofrecen más de 400 partidos de torneo cada temporada, de abril a septiembre — más que Deauville, que Roma, más que en cualquier otro lugar del continente.
La Temporada
El calendario gira en torno a los niveles de handicap:
Abril–Mayo: Torneos de bajo y mediano handicap
Junio–Julio: Torneos de mediano handicap y el Open de España
Finales de julio–agosto: El gran evento – Torneo Internacional MANSION
Copa de Plata (16–18 goles)
Copa de Bronce (bajo/medio)
Copa de Oro (alto handicap, hasta 22 goles) – el torneo más importante de Europa después de Palermo y la Triple Corona Argentina.
Más de 40 equipos de diez países compiten cada verano. Verás a los mejores jugadores del mundo: Adolfo y Poroto Cambiaso, Facundo y Nico Pieres, David Stirling Jr, los hermanos Allegría, Pablo Mac Donough, además de talentos europeos como los Tutuhauser, James Harper y los británicos de 6 goles.
El Ambiente
El polo en Sotogrande es distinto. No hay entrada para los espectadores — simplemente entras, te sientas en la hierba o te colocas junto a las tablas con una cerveza fría. En las grandes finales, las terrazas se llenan de vestidos de lino y sombreros Panamá, pero un jueves cualquiera verás niños corriendo descalzos, perros persiguiendo terrones de césped en el descanso, y jugadores aún con las botas tomando un café con los aficionados cinco minutos después del partido.
Después del juego, la tradición es sencilla: todos van al bar del club o a la famosa terraza de Cancha II. Ganen o pierdan, los jugadores se mezclan con el público. Puedes terminar tomando una cerveza con un 10 goles mientras el sol cae detrás de las montañas.
Después de Agosto
La temporada no se acaba, simplemente cambia de ritmo. El polo de invierno (octubre–marzo) es más tranquilo pero sigue lleno de actividad: chukkas al amanecer, stick & ball de profesionales, doma de caballos jóvenes y una liga de mediano handicap cada vez más fuerte. Muchos patrones y profesionales mantienen aquí caballerizas de 50–100 caballos todo el año. El clima lo permite: más de 300 días de sol y temperaturas rara vez por debajo de los 10 °C.
Para Jugadores y Visitantes
¿Quieres jugar? Todos los clubes alquilan caballos y organizan chukkas para todos los niveles.
¿Quieres aprender? Polo Valley, Santa María y La Golondrina tienen academias y cursos de una semana.
¿Solo quieres mirar? Reserva de finales de julio a finales de agosto, elige cualquier día y acércate a Santa María o Ayala. Verás polo de clase mundial — y gratis.
Sotogrande no intenta ser Palermo ni Wellington — está feliz siendo ella misma. Terrenos perfectos, competencia seria y un ambiente donde el deporte todavía pertenece a quienes lo aman.
Nos vemos en las tablas.
